6 de noviembre de 2011

Escuelas europeas

Un día con mi compañero Javier encontré en los puestos de la cuesta de Moyano un libro llamado La escuela económica francesa de A. Beuchaux bastante interesante sobre la escuela económica inglesa, francesa y alemana, entre otras, y todas ellas comparadas. Por lo que he podido conseguir un buen conocimiento base sobre dichas escuelas y pensamiento. Voy a comenzar comentando el libro primero, bastante interesante pero más asentado sobre la escuela francesa.
Una cosa indiscutible es que la economía política es una ciencia aunque mucha gente la ha atacado con diferentes procedimientos pero aun así la ciencia ha ganado la batalla llegando al siglo XX con tres escuelas muy importantes. Una de ellas es la escuela inglesa creada por Adam Smith a fines del siglo XVIII, en el momento de la gran industria, en ese periodo denominada utilitarismo su más importante doctrina era la total libertad del trabajo seguido por una nula actuación del Estado siendo una ofensa al orden económico, criticaban mucho a la Francia de Colbert y negaban los beneficios obtenidos hasta el siglo XVII. Cuando los seguidores de Adam Smith (Ricardo, Malthus y J-B Say) oyeron las primeras críticas contestaron mostrando el gran desarrollo de la riqueza y el gran desarrollo industrial repitiendo su tesis favorita laissez faire, laissez passer; en los que se aseguraba el bien privado asegurando así el bien colectivo. Esta tesis tuvo gran cantidad de seguidores, pero ¿era normal u obvio que el Estado tenía que estar impasible a los gobernantes de las industrias manufactureras, abusos y decadencias del propio obrero? Como podemos leer en manuales como el de Assa Briggs y en las clases del curso anterior podemos observar que el proletariado en el siglo XIX estuvo sumido en muchas penurias, y, en países como España, esa situación se alargo hasta principios del siglo XX.[1]
Aunque los seguidores de la escuela inglesa propagaran la no actuación del Estado en la economía, los seguidores del utilitarismo disminuyeron día a día por unas tesis bastante incompletas, aunque su principal tesis por excelencia fuese que la intervención del Estado es detestable siendo “Cada uno para sí” lo que mejor representa la regla de conducta.[2]
La escuela alemana, al contrario, se baso en las teorías de Kant, Fichte y Hegel, declaraban todos sus seguidores que la escuela inglesa tuvo su tiempo, ya perdido en todos los campos, donde fue mejor expresado fue en un texto alemán de Adolph Wagner Lehr-und Handbuch der politischen donde comentaba que la idea del individualismo general económico había pasado. Sin embargo, hasta en Alemania Adam Smith encuentra a grandes seguidores.
En Austria se creó una escuela diferente de la de Alemania bajo el impulso de Carlos Menger con el cual el método histórico ha sido ensanchado con otros métodos de estudio como el análisis psicológico y la misión del Estado contenida en unos límites.
Y dentro de las anteriores escuelas se encuentra la escuela francesa, muy diferente a la escuela inglesa basada en la nula participación del Estado y la escuela alemana por la cual el Estado lo era todo, ellos se basaban en una participación del Estado cuando el capital privado no pusiese actuar, en una riqueza propia de los hombres ya que es lo más ansiado y no sacrificaban ni a productor como en la primera ni a los productores como la segunda.
Los problemas de las escuelas del siglo XIX es crear un hombre separado en dos partes, el hombre económico u hombre aeconomicus como nombra Tarde, y el hombre social, algo que es incuestionable porque si realizas una actividad económica larga y durardera necesitas la moralidad propia del ser humano, del buen camino, para que esa actividad económica pueda seguir llevándose a cabo. Desde hace mas de cien años todos los Estados se han mostrado desconformes al pensamiento de Adam Smith un pensamiento en el que lo importante es lo creado, el producto en sí, sin preocuparse de las personas que lo desarrollan ya que son ellas las que se van a enriquecer con dicho producto y capital que consigan con ello.
Ya en el siglo XX se empezó a preocupar por la actividad del obrero, la importancia del conseguir una riqueza, que puede ser desigual debido al trabajo de los hombres, los economistas poco pueden hacer con ello ya que el capital se consigue por el trabajo realizado de cada persona pero si comentan que una sociedad bien organizada puede conseguir que las diferencias económicas entre toda la población sean pequeñas. Estas ideas hicieron cambiar los planteamientos de todas las escuelas europeas al igual que su aprendizaje en las universidades.
Después de leer todo esto, ya en el siglo XXI, viendo el gran periodo de bonanza que ha tenido Europa y la gran crisis que tenemos ahora, diferente a la de 1929, ¿que podemos hacer? Cuando las diferencias económicas son cada vez mayores y las penurias están a la orden del día, ¿tendríamos que volver a viejas premisas económicas o crear nuevas bases para el control económico e igualdad económica para todo el mundo?
David Parra Carro

[1] Ángel Bahamonde, Jesús A. Martínez. Historia de España siglo XIX. Ed. Cátedra
[2] V.G. de Molinari: Notions fondamentales d´economie politique, París, Guillaumiu et C. 1891.

4 comentarios:

  1. La segunda opción que planteas en tu pregunta final no tiene validez dentro de la economía capitalista en la que estamos inmersos. Los países ricos no están interesados en crear “igualdad económica para todo el mundo”, ya que para ello tendrían que sacrificar parte de un poder que no están dispuestos a perder.

    La solución, sin duda, es compleja, pero es interesante plantearse este tipo de preguntas y echar la vista atrás para encontrar una posible solución. Al fin y al cabo, somos "proto-historiadores"...

    Un saludo!

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  3. Es cierto que las economías capitalistas actuales no están de acuerdo en una igualdad económica, si accedes a la pagina de libremercado.es y lees la entrevista del multimillonario Jim Rogers leeras que él echa toda la culpa a los bancos centrales y a Wall Street. No será posible llegar a esa igualdad, pero es una utopia "agradable" de pensar. Gracias por tu comentario C.G.Aparicio

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  4. Magnífica entrada, David.
    En mi opinión estamos en un sistema económico nuevo debido a la pérdida de influencia del Estado y de sus políticas. Por ello no veo cómo ni por qué se siguen directrices de un viejo sistema que hoy no se cumple.

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