Hugo Fanzio Vengoa, La historia global y su conveniencia para el estudio del pasado y del presente

En este texto Hugo Fanzio hace una encendida defensa de la Historia global. Para Fanzio la Historia global es, en la actualidad, un método de gran utilidad para el estudio del pasado. Así, el autor plantea el origen y desarrollo de la Historia global vinculado a las circunstancias contemporáneas. De este modo la Historia global estría vinculada con la globalización que habría provocado una serie de cambios en las sociedades contemporáneas y en las ciencias sociales que favorecerían el desarrollo de este modo de hacer historia.

Pero a la hora de dar una definición Hugo Fanzio reconoce que es difícil encontrar consenso en este sentido y que, incluso, en ocasiones los intentos de definir la Historia global han llevado a confundir más el concepto. Como vemos en el texto, la Historia global suele aparecer vinculada con la historia trasnacional, que sería según Fanzio una “historia internacional sofisticada que destaca las formas de interpenetración que existen entre Estados, pueblos y redes sociales”; la historia comparada y la historia conectada o criosée. Para Fanzio esta última corriente sería la que mejor se adaptaría a la idea de una Historia global y se encargaría de analizar los contactos, transferencias e interacciones entre las formaciones estudiadas. A lo largo del texto se observan otros elementos definidores de la Historia global como su alejamiento del eurocentrismo. La Historia global no concibe un centro que organice el conjunto o desde el que se expandan las crisis al resto sino que aborda los elementos de contacto y considera que las crisis aparecen en todas partes desde el principio. Así, es una historia menos europea u occidental que ya no concibe los países como categorías aisladas sino como elementos que forman parte de una totalidad. No obstante, esto no significa que la Historia global implique un afán de homogenización ni de uniformización sino que, al contrario, incluye las historias locales como parte de lo global. No pretende acabar con las historias locales imponiendo una historia global sino integrar las historias locales como parte de la realidad actual, es decir, una realidad globalizada.

A pesar de su defensa de esta corriente, el autor del texto no plantea solo sus beneficios sino también los problemas con los que se encuentra en la actualidad. Como ejemplos podemos ofrecer el hecho de que no sea muy bien aceptada por muchos historiadores así como por la mayor parte de los departamentos de las universidades que suelen centrarse en las historias locales. Además, se trata de un tipo de un tipo de Historia que incluye unos contenidos muy amplios lo que imposibilitaría que se abordase desde los archivos, al mismo tiempo que requiere una gran variedad de conocimientos por parte del historiador que tiene que estudiar diferentes contextos histórico-culturales. También reconoce el peligro que entraña de caer en el anacronismo y de incluir un sesgo teleológico.

Pero a pesar de los problemas el autor defiende la Historia global como el método más adecuado para estudiar la Historia y el que mejor se adapta a las necesidades de la realidad de las sociedades contemporáneas.